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Nueva extensión del blog OutsideInside Music para Wix, creada en Mayo del 2021 e inaugurada en Noviembre del 2022. La nueva extensión empezará a ser actualizada más a menudo que la versión de Blogger o al menos por un tiempo.

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Músico, Psicodélico, Rocanrolero, Comunista, Bloggero

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 Antes de continuar con la introducción, debo darles noticias tristes, pues el 7 de Junio de este año murió la gran Conny Devanney, la vocalista de los enormes Ill Wind y yo no pude enterarme hasta hace unos días, y la verdad es que es una de las cantantes que más he admirado en toda mi vida por su bellísimo y potente mezzosoprano lírico que adornó a las preciosas canciones de Ill Wind, por lo que por parte de su servidor, Guajolote Gonzales y de sus lectores, ofrecemos nuestro más sentido (y tardío) pésame a los miembros sobrevivientes de tan magistral agrupación y a su familia.


Descanse en paz Constance Ann Devanney (antes Cowley), 4 de Abril de 1944-7 de Junio del 2024.


La introducción para la entrada del día de hoy era para explicar como escribir y hacer algo exitoso cuesta mucho trabajo, y con "exitoso", me refiero a que salga bien, a que tenga la coherencia y el sentido necesarios para que el texto funcione y de como esto me ha dejado en un congelamiento creativo importante que me ha impedido actualizar el blog, no obstante, preferí hablar de algo mucho más importante y es el rol que debe tomar el crítico ante las obras musicales o de cine, de teatro, de artes plásticas, etc. Y sobre como la corrección política y su lógica demagógica, criptofascista y anti-intelectualista ha intentado eliminar a la crítica musical para darle paso a publicistas gratuitos que no se atreven a hablar mal de nada, ni de nadie, porque eso es sinónimo de meterse en problemas, de "ofender" al público, de "meterse" con los gustos de los demás, y sí, señores, eso se llama POPTIMISMO.


¿Por qué digo que hay que reinterpretar y re-pensar el concepto de "lo nuevo"? Primero porque como diría Ian-Bruce Douglas, el líder y fundador de Ultimate Spinach, la música en la actualidad es una mierda, pues se ha perdido la creatividad y el pensamiento independiente, es decir, la música popular se ha tecnocratizado tanto que ha perdido su intelectualidad, o como dirían Freud y Lacan, el inconsciente, pues no es coincidencia que la producción musical de la actualidad cada vez se parezca más a la de la pornografía, especialmente a las infames "tomas del dinero", donde el actor o los actores masculinos empiezan a masturbarse encima de la actriz hasta eyacular en su cara o en su boca, y esto, según los directores de estas películas, es para demostrar que el hombre no solo tiene el control sobre las mujeres, sino que además de todo, se muestra que de verdad está "excitado", aunque yo no estoy de acuerdo, y si bien hay parte de verdad en las acusaciones de algunas directoras pornográficas feministas, psicólogas y demás de que este acto de humillación puede estar simbolizando un ritual de violación y hasta de misoginia, este no debería ser el punto de la crítica, porque en parte es caer en el hipermoralismo pequeñoburgués de la corrección política y más bien hay que señalar que se trata de una perversión en el sentido más psicoanalítico de la palabra, pues es una prueba de como la pornografía es el género cinematográfico con más prohibiciones, restricciones y control, y la infame "toma del dinero" no es más que una fórmula que impide no solo a los directores usar su creatividad, sino que también al espectador se le prohibe el acceso a su imaginación, porque si todo está a la vista de todos, entonces no hay nada que dejar a la imaginación y probablemente el punto de partida más importante para la creatividad es precisamente, la imaginación, por lo que la pornografía es asquerosamente anti-intelectualista, no hay un verdadero arriesgue en ello, y la industria musical precisamente apuesta por lo mismo, pues si bien es cierto que ya lo hacía desde antes, como bien lo criticó Theodor Adorno, es por eso que los 60's (el periodo que empezó en 1963 y terminó en 1973) fue el mejor para la música popular, pues ahí fue la rebelión contra los malditos tecnócratas de la industria musical y ese fue el motivo por el que ese periodo nos dio cosas como la psicodelia, el progresivo, el hard rock, el blues rock, el glam rock, etc. No obstante, hemos vuelto a la época donde los tecnócratas tienen el control creativo absoluto de la música, por lo que se desprecia el aspecto creativo y artístico en favor de las fórmulas de mercadotecnia, es decir, lo que deja ganancias, y precisamente eso es lo que idiotiza a las masas, por más que existan estudios psicológicos que buscan "desmentir" este tipo de aseveraciones para justificar desde la mediocridad del "sentido común" -los prejuicios ideológicos socialmente aceptados- la inmensa producción de chatarra musical, alegando que si existen personajes como Raymix, que es un científico de la NASA, pero que es capaz de hacer electrocumbias nacas, entonces todo juicio o crítica que tengamos sobre la música, debe ser considerado no más que una mera opinión o peor aún, un prejuicio de una persona "intolerante", "cerrada", "racista" y demás, que no se atreve a aceptar la "multiplicidad" -es decir, el "todo vale"-, por lo que sí, voy a blasfemar en contra del intocable dogma cientificista y voy a decir que la música de mierda efectivamente estupidiza y no en el sentido en el que todos creen, sino en que efectivamente pudre al intelecto, nos conduce a una estulticia en la que ya no puede haber una acción que nos pueda llevar a la creatividad, es decir, lo "estimulante" de una música estulta como la electrocumbia, el reggaeton, el trap, el trival guarachero, la banda sinaloense, el norteño, la balada romántica naca y demás, NO estimula nuestra parte creativa, sino que estimula a un hedonismo estúpido, es decir, tiene un efecto similar al del opio, en el que siempre está esa maldita compulsión de querer más, por lo que sí, es goce puro y duro, y por lo tanto, es también un "opio del pueblo", pues funciona como un obstáculo para la creatividad, para que tomemos lo viejo y lo reinterpretemos para que solo así pueda surgir algo "nuevo" en el sentido tradicionalmente aceptado, y esta es la razón por la que "lo nuevo" ya no debería ser aquello que está recién hecho, sino aquello que puede cambiarnos la percepción sobre la música, lo que suena fresco, inventivo, creativo, interesante (y no, no me vengan a decir que eso es algo "subjetivo"), ingenioso, artístico y que rebosa en calidad, por lo que para el desmayo de críticos como Freddie DeBoer y Simon Reynolds, que siguen teniéndole fe al obsoleto dogma del progreso, es precisamente aquí donde entra la música que se suele comentar en este blog, es decir, música que puede tener entre 40 y 59 años de haber sido grabada, pero que permanece ignorada por las masas, porque las masas prefieren estar estupidizadas con tonadas oligofrénicas, facilistas y pegajosas, que no requieran de un involucramiento genuino con la obra, sino que sirvan como un entretenimiento inmediato, es decir, que nos pongan a "cantar" sus rimas infrainteligentes o a mover el culo de manera masturbatoria con ritmos frenasténicos, por lo que sí, es mucho más "novedosa" la música de grupos como Farm, los Beatles, Jimi Hendrix, Syd Barrett, Love, Ill Wind, Fifty Foot Hose, Can o Music Emporium que la asquerosa "música" de Taylor Swift, BTS, Bad Bunny, Rosalía, Natanael Cano o Peso Pluma.


Ahora, algo que habría que tocar es si la propuesta de Kelefa Sanneh de que nos merecemos "nuevos" prejuicios musicales es del todo correcta o no, y también hay que hablar de la narrativa victimista que propone que lejos de ser verdad, es más bien un acercamiento a ese viejo anti-semitismo nazi, algo así como cuando el despreciable Benjamín Netanyahu se atrevió a afirmar que fueron los palestinos los que les dieron la idea a los "pobrecitos" e "inocentones" nazis de exterminar a los judíos metiéndolos a cámaras de gas y quemando sus cadáveres, y que esto fue la consecuencia de que incluso existan rabinos israelíes que abiertamente defienden a Hitler, los nazis y al exterminio étnico de los judíos en la Alemania nazi, y es que el poptimismo, a pesar de que su propuesta de reconocer que el pop también puede llegar a ser arte puede sonar razonable y sensata, tal propuesta está lejos de lo que en la práctica significa el poptimismo, pues es precisamente en su anti-intelectualismo donde lejos de rebelarse de los viejos prejuicios musicales, no solo los siguen reproduciendo, sino que los ha juntado en una sola narrativa consistente pero infantilista y perversa, es decir, el poptimismo es análogo al tecnopopulismo en su reconciliación entre el populismo de derecha con sus prejuicios racistas, sexistas, xenófobos y chauvinistas con el hípermoralismo pequeñoburgués de la izquierda miserable y el totalitarismo ascéptico de los tecnócratas funcionando de manera demagógica con el fin de excluir la dimensión propiamente política de la sociedad: el antagonismo y el poptimismo hizo exactamente lo mismo al terminar excluyendo a la crítica misma, pues como correctamente señala el crítico español Héctor García Barnés en este y este artículo, con esa exclusión de la crítica, el espacio antes asignado a la crítica musical quedó desplazado por el "periodismo musical", que más bien funciona como una especie de publicismo por su total ausencia de crítica, es decir, no se atreve a emitir nada que se atreva a hablar mal del trabajo de un "artista" de pop, trap, reggaeton, música agropecuaria, etc. Todas son alabanzas al estilo de las viejas porristas de los equipos de futbol americano o de beisbol, y es que en este rechazo también queda patente que aquí también juega un papel esencial la lógica del "pensamiento positivo", es decir, lo que en términos más léperos llamamos "mierda de autoayuda", pues esa obsesión con evitar o excluir los sentimientos y los pensamientos "negativos" definitivamente también parte de esta misma lógica tecnocrática de despolitizar, es decir, de eliminar al antagonismo, y teniendo en cuenta que el "pensamiento positivo" es el encuentro entre la ética protestante y la ética budista, no nos debería sorprender que haga eco también de los viejos panteísmos, ya sea de los orientales o de los americanos, pues a pesar de que los panteísmos supuestamente se suscriban a una lógica monista ("todos somos uno"), siempre tiene la necesidad de algún tipo de maniqueísmo extremo, como son los casos del avaita vedanta y del budismo con "maya" o la ilusión, o el chamanismo sincrético de los mazatecos con el mal, esta es la misma lógica tanto del tecnopopulismo como del poptimismo, pues su lógica apunta a que la sociedad es una totalidad orgánica y "plena", es decir, que "naturalmente" no existen los antagonismos hasta que llega un intruso perturbador a destruir esa "armonía", esta también es la lógica del anti-intelectualismo que ve en el "elitista" o en el "intelectual", a un intruso malintencionado que busca destruir la "armonía" de nuestras vidas, no es por nada que por ejemplo, el rock psicodélico sea tan despreciado por la sociedad y hasta por algunos viejos críticos "rockistas", que sea vilipendiado como "música de drogadictos" o que haya gente que se atreva a decir la barrabasada de que ellos no pueden escuchar esa música al menos que estén bajo los efectos de alguna droga, y es que esto vuelve a tener analogía con el desprecio anti-intelectualista propio del "sentido común" hacia Hegel, Lacan y Heidegger como filósofos con una escritura "oscura" e "ininteligible", y que uno de los reclamos hacia la psicodelia ya sea por parte del "rockero" promedio y especialmente del "melómano" sea precisamente que carece de "accesibilidad" responde a esa misma lógica anti-intelectualista, pues lo que nos exige el rock psicodélico es hacer un esfuerzo intelectual por involucrarnos con la música para poder percibir su belleza, algo así como el reto que nos exigen las lecturas de Hegel, Lacan y Heidegger para poderlos no solo comprender o entender, sino para poderlos pensar, y esta es la razón por la que el poptimismo es peligroso, por su maniqueísmo extremo propio de su estructura totalitaria.


Ahora, ¿Por qué el capitalismo permite que exista el anti-intelectualismo? Esta es la pregunta que deberíamos hacernos cuando criticamos al poptimismo, y es que en esta época donde el capitalismo está más tecnocratizado que nunca y que además de todo, responde a la lógica neofeudalista de las corporaciones, es menester que la gente no se atreva a pensar porque solo así podría articularse una lucha política genuina, por lo que la lógica que describió Isaac Asimov en 1980 de "mi ignorancia es igual de válida que tu conocimiento" es inherente al funcionamiento mismo del capitalismo puro, y traducido al ámbito musical, este es un error frecuente hasta entre algunos críticos del poptimismo como es el caso del bloggero marxista Freddie DeBoer, con quien en muchos puntos estoy de acuerdo, pero definitivamente no en su insistencia en que la música es "subjetiva", precisamente porque en la lógica de este "argumento" se cae en el anti-intelectualismo, pues lo que termina pasado es que la crítica y la discusión musicales se terminan banalizando, es decir, al afirmar este subjetivismo, se cae en la lógica tecnopopulista de eliminar al antagonismo, es decir, a la crítica, pues con esto se cae en el argumento estúpido de "mi reggaeton es igual de bueno y valioso que tu música clásica", esta es la razón por la que el crítico debe defender a la calidad musical como algo inherente a la música y que las jerarquías de esta existen para darle sentido a la discusión, es decir, el verdadero compromiso del crítico debe ser la defensa del sentido, tal y como lo propone el compositor clásico holandés Eduard DeBoer (no confundir con el bloggero gringo Freddie), de otra manera, es reproducir la lógica del poptimismo.

Hace unos meses se me ocurrió trollear a un grupo completo de Facebook para sacar sus estúpidos prejuicios contra los Beatles, porque sí, hasta en el mundo "rockero" existen prejuicios estúpidos que no son más que producto de mediocres razonamientos propios del sentido común y por lo tanto, anti-intelectualistas, y la gran mayoría de los que comentaron, se enojaron tanto, que hasta algunos hicieron memes con mis fotos, y eso no tardó en llegar a mi familia, quienes me estuvieron reclamando que era "ofensivo" lo que estaba haciendo y que por eso me iban a dar una tunda en la vida real, que respetara los gustos de los demás, cosa a la que yo me niego rotundamente, pues precisamente ese "respeto" es una farsa y una hipocresía absoluta en el que no hay una convicción genuina, sino puro totalitarismo y además, lo que demuestra la gente que es capaz de golpear a un troll solo porque la "ofende" es que es demasiado débil, intolerante e impotente como para aceptar que existen los demás y que siempre habrá un antagonismo inherente a la sociedad en la que vivimos, por lo que no, "respetar" los gustos de los demás es solo una muestra más de lo tecnocratizada que está la sociedad y que precisamente el poptimismo es la retórica totalitaria que nos justifica como pobres víctimas reducidas a la nuda vida que estamos expuestas a una multitud de acosos potenciales por parte de algún intruso perturbador, es decir, estamos ante la lógica del nazismo aplicada a la cultura, por lo que sí, es necesaria la "ofensa", es necesario el antagonismo, es necesario introducir la dialéctica hegeliana-marxiana-lacaniana a la discusión cultural, solo así podemos deshacernos de este rígido hipermoralismo pequeñoburgués de ofenderse por la divergencia real (el antagonismo) y genuinamente politizar a la discusión musical sin tener que caer en lógicas hitlerianas, es decir, de lo que se trata es de politizar a la cultura, no de culturizar a la política como lo hace el poptimismo.


Nota: Este post será el primero de una serie de 3, ya que se trata de un boxset de los 3 discos de estudio de esta entrañable banda bostoniana contemporánea de otros grupos cocfx,  mo Ill Wind, Listening, The Freeborne, The Fort Mudge Memorial Dump, Orpheus, Quill, Chamaeleon Church, etc. Y la razón por la que decidí publicar los discos por separado es porque ahorita no tengo el tiempo para escucharlos de tirón y escribir las reseñas para tenerlos en un solo post, por lo que he optado por hacerlo por separado para hacerlo con paciencia, no obstante, incluí los escaneos del libro que viene con el boxset, el cual tiene fotos de la banda y toda su historia.


 Los orígenes de Ultimate Spinach datan de 1967, cuando el multi-instrumentista y vocalista Ian-Bruce Douglas junto con la cantante Barbara Hudson, el guitarrista rítmico Geoff Winthrop, el baterista Keith Lahtenein y el bajista Richard Nese forman a The Undeground Cinema, los cuales fueron representados por la empresa Amphion Management y junto con Ill Wind, la J. Geils Band y Streetchoir, se convirtieron en una de las bandas de la casa de la cafetería Unicorn, y en ese año llegaron a grabar unos tres demos en el estudio Petrucci & Atwell, los cuales fueron incluidos en la recopilación de Arf! Arf! Arf! New England Teen Scene: Unreleased! 1965-1968.


Conforme avanzó 1967, el grupo firmó contrato con Alan Lorber, el mismo que creó la fallida estrategia de mercadotecnica del "Bosstown Sound", con el fin de competir con la escena de San Francisco y poco después Ian-Bruce Douglas le cambió el nombre al grupo por Ultimate Spinach, nombre que vino de un viaje de LSD en donde el se oyó diciéndose a sí mismo "¡Soy la espinaca suprema! ¡Soy la espinaca suprema!" y en Septiembre de ese año, el grupo terminó firmando un contrato de grabación con MGM Records -quienes también tenían en sus filas a Eric Burdon y los Animals- y así grabaron su primer disco, de título homónimo, el cual salió hasta Enero de 1968, y así Ultimate Spinach hicieron una pequeña gira por todo Estados Unidos que de hecho incluyó un concierto en el Fillmore West de San Francisco con Big Brother and The Holding Company, no obstante, Ian-Bruce Douglas quedó insatisfecho con la administración y producción de Alan Lorber, a quien le apodó "el parásito" por su actitud dictatorial y por no dejarlo participar de manera completamente mañosa en en el proceso de mezcla del disco, además de que hizo el fiasco mercadotécnico del "Bosstown Sound", que no solo terminó afectando la reputación de Ultimate Spinach, sino también de otros grupos bostonianos como Ill Wind, The Freeborne, Listening, Orpheus, The Bagatelle, Quill, Bead Game, entre otros, pues especialmente los críticos musicales fueron duros con estas bandas, tachándolas como meras "imitaciones" de los grupos sanfranciscanos, a pesar de que las bandas bostonianas tenían su propio sello, y es aquí donde Alan Lorber dejó en claro que lo suyo era mucho más utilitario y aburguesado, pues la verdad es que no demostró mucho interés en el arte, sino que lo que vio fue una modita pasajera con la que podía lucrar y eso impidió que los grupos bostonianos gozaran de la popularidad necesaria, no obstante, los trabajos de estas bandas se convirtieron en clásicos de culto y con el paso del tiempo se les ha reconocido como bandas muy creativas, originales y de calidad, a pesar de la mala fama que les creó Lorber que aún sobrevive con algunos críticos como Richie Unterberger.


Ultimate Spinach es literalmente toda una experiencia lisérgica, y esta es la razón por la que la música de este enorme grupo de alguna manera sigue relativamente en la oscuridad, porque sí, no niego que entre nosotros, la fanaticada de la música psicodélica, esté considerado como un clásico indiscutible, pero con el público rockero general, los melómanos, los críticos, los musicólogos y los historiadores, es una historia muy distinta, y es que como he venido señalando anteriormente, existe un anti-intelectualismo muy arraigado no solo entre las masas, sino que los primeros en difundirlo son precisamente los expertos, y es que los expertos con su ciega confianza en el sentido común, lo único que terminan haciendo es seguir respaldando prejuicios ideológicos socialmente aceptados, y es aquí donde la desafortunada y estúpida frase de youtubers como La Cata Musical, Alvinsch, Shauntrack, Jaime Altozano y demás, de "escucha la música sin prejuicios", no solo es insuficiente, sino que también parte de un prejuicio específico que es el de desacreditar a toda crítica, evaluación y demás, como si se tratasen de meros prejuicios y no de algo esencialmente verdadero y que dota de sentido y coherencia al trabajo intelectual que requiere escuchar, analizar, evaluar y criticar a la música, y es que práctica y técnicamente NO existe tal cosa como escuchar la música con prejuicios, porque precisamente estos nos impiden involucrarnos genuinamente con la música y por lo tanto, con ellos, no escuchamos la música, solo nos creamos concepciones erróneas sobre ella, y cabría mencionar aquí que a diferencia de la típica definición de lo que es el prejuicio, yo afirmaré que el prejuicio no se basa únicamente en rumores o en algo indirecto, sino que nuestra experiencia directa juega un papel crucial en su orígen, precisamente porque los prejuicios no los experimentamos como si fuesen opiniones o juicios preconcebidos, sino que los experimentamos como si fuesen verdades naturales, evidentes empíricamente hablando y por lo tanto, como verdades irrefutables, por lo que no es una mera cuestión de "mi amigo me platicó" por sí sola, sino que nuestra propia experiencia ayuda a crearlos, casi siempre por un vulgar razonamiento de sentido común (lectura recomendada), y esto es precisamente lo que sucede con el rechazo a este tipo de música o incluso con eso de que "los Beatles están sobrevalorados", únicamente porque dentro de esta lógica tan obstusa y elemental, si los Beatles son universalmente considerados como un grupo importantísimo en los contextos social, cultural y musical por la enorme influencia que siguen teniendo, no es por otra cosa que por un caso de "sobrevaloración", es decir, este razonamiento parte de un individualismo precario, superficial e infantilista que solo afirma la diferencia por la diferencia, no por un ejercicio intelectual serio y profundo, y también está el argumento de que la música psicodélica solo puede escucharse bajo los efectos de las sustancias alucinógenas, y sí, como ustedes pueden notarlo, el anti-intelectualismo juega un papel importantísimo en esto, pues precisamente todas las conclusiones que surgen a partir ya sea de la falta de entendimiento o de algún razonamiento precario propio del sentido común, tienen en común la desconfianza hacia el intelecto y aquí les contaré una anécdota que recuerdo con chiste de hace unos 11 años, cuando hice una publicación en el Facebook donde afirmaba que la gente que despreciaba a los Beatles solo eran unos "esnobs" estúpidos -que sí, acepto que tal etiqueta fue algo ingenuo de mi parte- y alguien que tenía agregado de amigo empezó a comentar amargamente al respecto y terminó cayendo en un miserable y desafortunado comentario populista en el que afirmaba que como los Beatles eran europeos, pues evidentemente "estudiaron" y que por lo tanto, su música no era "del pueblo" como sí lo era la música preferida de esta personita, y es aquí donde sale a relucir el anti-intelectualismo, no tanto en mi ingenuidad de haber tildado a los anti-Beatles de "esnobs", sino precisamente en el descrédito de esta gente hacia los Beatles solo por supuestamente haber estudiado y por ser europeos, esto es precisamente lo que hace el anti-intelectualismo, desacreditar a cualquier gente por haber tenido alguna formación intelectual o académica al llamarlos "elitistas", como si el trabajo intelectual se tratase de alguna especie de "privilegio" frente a la estupidez masiva, y es por eso que el anti-intelectualismo también es deshonesto, porque privilegia a la imbecilidad, la vulgaridad, la mediocridad y a la ignorancia como si se tratasen de virtudes, y ve en el rechazo a estas, un prejuicio, cuando de hecho es la intelectualidad y el trabajo de esta lo que nos ayuda a detectar los prejuicios de la sociedad, y es ahí donde deberíamos recordar a Sócrates cuando fue envenenado por la democracia ateniense por supuestamente "corromper" a la juventud con su filosofía, y precisamente, música como la de Ultimate Spinach es la que más genera conflicto con la gente en estos tiempos porque la música psicodélica es algo así como la filosofía de Hegel o la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan, y es aquí donde me permitiré parafrasear al catedrático colombiano John D. Hernández Rey, pues para genuinamente escucharla y entenderla se necesita una decisión, trabajo y coraje para enfrentarse y hasta luchar con el reto de escuchar e involucrarse con la música en cuestión, solo así puede surgir el entendimiento y hasta el gusto mismo por ella, y eso fue lo que me pasó durante mi adolescencia con muchos grandes discos del género que no pude entender, que me sonaban como auténticas ofensas al oído y al intelecto, no obstante, esa lucha con esos discos en la que yo los percibía como mierda fue el paso necesario para encontrarles el gusto, porque esa lucha significó que existía un interés genuino por mi parte por entenderlos, por encontrarles el gusto y esta es la razón por la que no solo rechazo completamente la hipótesis subjetivista de que la calidad musical solo depende de las opiniones subjetivas, sino que también la del gusto como algo subjetivista, así como también la hipótesis pluralista del gusto, precisamente porque con esas hipótesis se asume que el gusto es una facultad natural y que por lo tanto, es algo "espontáneo", cuando en realidad requiere de educación, trabajo y esfuerzo, para solo así elevarse a la categoría de "gusto".


La música de Ultimate Spinach se podría definir como una versión menos extraterrestre de Fifty Foot Hose y The United States of America o una versión mucho más refinada de Country Joe & The Fish, no obstante, algo que nos debería quedar en claro es que Ultimate Spinach no eran una imitación barata de estos grupos, ni nada por el estilo, a pesar de la insistencia de críticos como Richie Unterberger, pues a pesar de las similitudes estilísticas, Ultimate Spinach seguían sonando únicos en su propuesta, porque finalmente como buenos bostonianos, existe cierta herencia sintáctica británica en su música por el simple hecho de que el área de Nueva Inglaterra sigue teniendo una importante influencia británica y eso quedó impregnado en la música de grupos como Ultimate Spinach, Ill Wind, Listening, Orpheus, The Freeborne, Ford Theatre, Front Page Review, Quill, entre otros, no obstante, habría que aclarar que su música no suena británica, sigue sonando tan gringa como la de los grupos californianos, texanos y demás, lo que sucede aquí es que con los grupos bostonianos así como también con los canadienses y algunos del medio oeste que surgieron en los 60's, existió un enfoque más melódico y ordenado a la hora de componer y de tocar la música en contraparte con sus contemporáneos sanfranciscanos que tendían más a los largos jams, los angelinos que apostaban por un estilo más influenciado por el sunshine pop y el folk rock de los Byrds, los de Detroit que apostaban por un sonido más agresivo y pesado y los texanos que apostaban por un sonido más garagero, pero también más influenciado por otras sustancias como la mezcalina, y es por eso que dentro de la sintaxis musical gringa o norteamericana, existen lo que yo llamo sub-sintaxis o estilos, que no solo incluye a las que nacieron en Estados Unidos y Canadá, sino que también incluye a la mexicana, por el hecho de que al estar México tan cerca de Estados Unidos, este recibió toda la influencia de este país, pero las influencias también varían un poco al insertar tanto elementos autóctonos como elementos de música de protesta latinoamericana, y Ultimate Spinach definitivamente entra en lo que bauticé como el estilo "bostoniano-canadiense", pero volviendo a la música, el grupo logró crear un efectivo coctel psicodélico de influencias que incluye folk, música barroca, música clásica de la India, jazz, ragtime, avant-garde, blues y rock, y también una instrumentación curiosamente variada que incluye además de los típicos instrumentos de rock, instrumentos como clavecín, osciladores, cítara -o sitar para los mamertos- y spoken word, cosas que también me hacen recordar al enorme Phil Pearlman y a su The Beat of The Earth, aunque en un contexto mucho menos sinfónico y ruidista, aunque eso sí, igual de viajado.


El disco comienza con Ego Trip, que es probablemente una de las canciones del disco que más comparten similitudes con sus contemporáneos californianos, particularmente con Jefferson Airplane por su composición, aunque también hay elementos que no sonarían tan fuera de lugar en los discos de The United States of America o Fifty Foot Hose, igualmente el órgano no deja de recordar a Country Joe & The Fish así como la voz de tenor lírico de Ian-Bruce Douglas que suena más a Country Joe McDonald, Paul Kantner o Jorma Kaukonen que a Marty Balin, igualmente debo decir que la breve introducción de spoken word realmente no me recuerda tanto a los Doors, sino más bien a Ill Wind (L.A.P.D). Temazo.


Sacrifice of The Moon (In Four Parts) es otro de esos instrumentales psicodélicos que siguen al legado de Mike Bloomfield en sus tiempos con la banda de Paul Butterfield, cuando sacaron su obra maestra East-West de 1966, no obstante, este tema no es realmente una copia, sino que va más allá al incluir elementos de música medieval, pop barroco y hasta bossa nova, lo que los pondría al mismo nivel que otros grupos de la época que sí fueron reconocidos por ser bandas con muchísimo talento como H.P. Lovecraft o Fever Tree. Y es con este tema que puedo ver el verdadero origen tanto de Shit City de la Revolución de Emiliano Zapata como de mucho del estilo de los Spiders. Obra maestra.


Plastic Raincoats/Hung-Up Minds es un ragtime en ácido que de nuevo me trae a la mente a Country Joe & The Fish, más que nada por el humor que maneja la banda, y algo curioso es que sí incluye un piano honkytonk de verdad o al menos eso parece. Espléndido.


Y aquí viene otra obra maestra, (Ballad of The) Hip Death Goddess, que de nuevo, vuelve a empezar con un fragmento de spoken word que vuelve a hacer eco de Ill Wind, y la composición en general parece como una versión gótica de los canadienses Reign Ghost en donde Barbara Jean Hudson suena como una Lynda Squires menos operática y más oscura, por su hipnótica monotonía influenciada por la música clásica de la India y todos los efectos que tiene la canción, que muchos me suenan a que fueron hechos con un theremín, así como también se escucha una cítara eléctrica Danelectro y unos solos de guitarra que me recuerdan muchísimo a Mad River (Wind Chimes) o a Fifty Foot Hose (Fantasy). No dudaría si algún músico de rock gótico de los 80's me dijera que esta canción fue una influencia importante.


Your Head Is Reeling es una canción muy, pero muy psicodélica, que de nuevo, incluye otra introducción de spoken word, pero esta vez con el elemento ruidista de The Beat of The Earth, que incluye feedback y una cítara genuina, mientras que el resto de la canción es todo un viaje en LSD en el que de nuevo, encuentro ecos de sus contemporáneos Ill Wind, por lo que efectivamente ya se nota la formación de esta subsintaxis bostoniana-canadiense, porque a pesar de que hay elementos que pueden recordarnos a las bandas californianas, definitivamente se nota una identidad distinta. Obra Maestra.


Tal vez el tema que suena más "estándar" de todo el disco sea Dove In Hawk's Clothing, pues se trata de uno de esos típicos temas gringos de rock ácido bluseado con mucha guitarra y órgano, sin embargo, es uno de los temas que más disfruto del disco, porque honestamente me gustan mucho este tipo de composiciones en donde se encuentran otros grandes temas de la psicodelia gringa como Not So Sweet, Martha Lorraine y Love de Country Joe & The Fish, Think de Linn County (cover de James Brown, curiosamente), Back Door Man (original del gran Howlin' Wolf) de Quicksilver Messenger Service, (You've Got Your) Head On Right del Devil's Kitchen, entre otras. Temazo.


Y llega otro instrumental con Baroque #1, que aunque no sea un tema estrictamente "barroco", porque esencialmente sigue siendo un tema instrumental de corte psicodélico medio jazzeado, pero al menos sí tiene algo de ello en su inclusión del clavecín y en el gariboleo que hace Ian-Bruce Douglas en su Farfisa, igualmente su melodía vocal definitivamente suena a Country Joe & The Fish y su canción The Masked Marauder, por lo que podría decirse que más que un plagio, es como una especie de homenaje. Obra maestra.


Funny Freak Parade es otro ragtime en ácido, aunque algo countrificado, porque de nuevo, tiene ese elemento que me recuerda mucho a sus contemporáneos Ill Wind y sus canciones de country, aunque con ese humor que caracteriza a Ultimate Spinach. Espléndido.


Para cerrar con broche de oro tenemos a Pamela, uno de los temas más psicodélicos del disco que incluye elementos barrocos, theremines, osciladores, cintas en reversa y sí, también una cítara tocando música clásica de la India, así como las bellas armonías de Ian-Bruce Douglas y Barbara Jean Hudson, una combinación muy extraña y única para la época, pero que curiosamente funciona muy bien. Obra maestra.


Antes de cerrar esta reseña, debo decir que a pesar de que aún prefiero su segundo disco Behold and See que además incluye su obra maestra Mind Flowers, con este debut el grupo demostró estar a la altura de cualquier grande de la psicodelia de la época, pero de nuevo, es lamentable que la estúpida campaña publicitaria de Alan Lorber, en su afán de querer competir con la escena de San Francisco, terminara mermando a toda una escena con tanto potencial creativo, porque eso sí, hay que aceptar que aunque Alan Lorber fuese un tirano y total estúpido a la hora de trabajar, definitivamente tuvo un muy buen gusto y un buen ojo para cazar talentos, y eso fue lo decisivo a la hora de llevar a grabar a grupos como Ultimate Spinach, The Beacon Street Union, Orpheus y demás, así como también hizo que las disqueras comenzaran a interesarse por los demás grupos bostonianos como Ill Wind, Listening, Quill, The Fort Mudge Memorial Dump, entre otros.



Actualizado: 15 ene


Tengo una relación bastante antagónica con Rate Your Music, porque si bien, en principio podría parecer una buena idea, no lo es en absoluto y sé que aquí algunos de ustedes me podrían reprochar el hecho de que vaya a decir esto cuando tengo un blog de música, pero lo que está mal con Rate Your Music es precisamente la apertura que tiene el sitio a que cualquier persona pueda dar su opinión, y ustedes se preguntarán ¿Y qué tiene de malo que la gente pueda dar libremente su opinión? ¿No es acaso una democracia en acción? La respuesta es un rotundo NO, de hecho, para parafrasear a Platón en su "alegoría sobre la caverna", la opinión o doxa al estar basada en la creencia, la experiencia y la ilusión, no tiene un fundamento sólido y es precisamente lo que mantiene a los esclavos en su prisión, es decir, el ejercicio de opinar nos hace creer que efectivamente estamos ejerciendo algún tipo de democracia y por lo tanto, nos oculta que estamos siendo presos de creencias, ideas, ilusiones, mentiras y prejuicios sin fundamento alguno que no son más que una forma de reproducir a la ideología dominante y justificarla, y aunque esto les suene demasiado político a algunos de ustedes, la opinión es demagogia pura y no debería sorprendernos que de la opinión nazcan posturas tan despreciables y ruines como la anti-intelectualidad y el anti-intelectualismo, que aunque estén relacionadas, NO son lo mismo, pues por un lado, la anti-intelectualidad es cuando se desconfía y se niega rotundamente el ejercicio intelectual de ponerse a pensar, cuestionar y criticar, y el anti-intelectualismo es la desconfianza y el descrédito a los intelectuales, es decir, es una forma de anti-elitismo asquerosamente demagógica y populista que afirma que los intelectuales son una élite privilegiada que busca limitar nuestra "democracia" con su pensamiento y conocimiento, y es aquí donde uno debe poner a ambos como productos de la demagogia más descarada, así como cuando el escritor Isaac Asimov criticó a la sistémica ola de anti-intelectualismo que empezó en Estados Unidos en el Siglo XX, la cual solía afirmar que "mi ignorancia es igual a tu conocimiento", y la pregunta aquí es: ¿Qué tiene que ver todo esto con Rate Your Music?, la respuesta es bastante larga y compleja, por lo que esta introducción se alargará bastante:


En una serie de artículos que escribí en mi otro blog En el jardín del Guajolote pude hacer un cuestionamiento directo a los "expertos", a la tecnocratización de la industria musical y a la confianza excesiva que se les da a estos. El problema con el "experto" es que es un fetichista del conocimiento, para él lo que vale es este y nada más, tiene una excesiva confianza en la empiria y la práctica frente a la teoría, y esto le impide pensar y cuestionar tanto a sus conocimientos como a sus saberes y sus prácticas, por lo que el "experto" o "tecnócrata" también suele tener a menudo una postura anti-intelectual, ya que lo suyo no es pensar filosóficamente, sino siempre tener respuestas o en pocas palabras, el "experto" es un pervertido de acuerdo al psicoanálisis, y esto es precisamente lo que sucede con Rate Your Music, al abrir directamente sus puertas a que todo el mundo pueda opinar, dota al usuario de una confianza perversa en que todo lo que sabe y conoce es correcto, es decir, que él tiene la respuesta, entonces no es de extrañar que la misma plataforma brinde a los usuarios toda una experiencia subjetivista y que a la hora de que los usuarios sean cuestionados, justifiquen sus errores con falacias, pseudo-argumentos subjetivistas o relativistas o con la estupidez de "es mi opinión, respétala", no debería sorprendernos que muchas de las reseñas de discos raros, que se supone que están hechas por coleccionistas con amplias colecciones de discos, siempre tengan errores garrafales a la hora de etiquetar la música, ya sea con etiquetas completamente fuera de lugar o con otras basadas en los propios prejuicios de los usuarios, un ejemplo notorio es este disco de los bostonianos Listening, al que en dicha página se le suele etiquetar de "rock progresivo" o "proto-progresivo" y hasta hay gente que atrevidamente lo ha llegado a comparar con los grupos británicos del género, todo esto bajo la excesiva confianza de que sus sentidos les darán la respuesta correcta, y es aquí donde vale la pena citar al filósofo francés Gilles Deleuze cuando dijo que "los argumentos de la propia experiencia privilegiada son argumentos malos y reaccionarios" y esto es precisamente cierto cuando se les da una excesiva confianza a nuestros propios sentidos, como si se tratasen de herramientas infalibles para conocer y entender al mundo, cuando de hecho, son todo lo contrario, y aunque esto suene político, aquí su universalidad es aplicada a la música, pues escuchar música no es simplemente una práctica que implique directamente al oído, sino que implica también hacer un ejercicio intelectual y crítico que va más allá de lo que nuestros sentidos puedan decirnos.


Lamentablemente la información sobre Listening es de escasa a una en la red, lo que sí sé es que se formaron en Boston en 1967 por el virtuoso tecladista, vibrafonista, compositor y cantante Michael Tschudin, el baterista y cantante Ernie Kamanis y el bajista Walter Powers, más tarde completaría la formación el guitarrista Peter Mallick (más conocido por ser un guitarrista de blues que formó parte de la banda de Otis Spann), durante su breve existencia que duró hasta 1969, el grupo fue uno de los más destacados de la escena de Boston junto con Ultimate Spinach, Ill Wind, The Freeborne, Beacon Street Union, Earth Opera, Ford Theatre, entre otros, y en 1968 lanzaron su debut y único disco titulado homónimamente del que hoy estamos hablando.


Listening es una obra que es uno de los mejores ejemplos de la psicodelia bostoniana, precisamente porque muestra la enorme diferencia que había entre la escena de Boston con las de San Francisco, Los Ángeles, Texas y Detroit, y es que los grupos de Boston se dedicaron más que nada a crear una psicodelia mucho más trabajada y cerebral en cuanto a las melodías y la ejecución, contrastando con lo garagero de Texas, lo crudo y pesado de Detroit y la enorme influencia del folk y el jazz que tuvieron las escenas californianas, y es por eso que Listening suenan tan finos y sesudos al mismo tiempo, igualmente cabe destacar su eclecticismo que iba del heavy psych al pop psicodélico jazzeado y de la psicodelia con tintes latinos al rock ácido, sin tener que caer en barroquismos fuera de lugar o en experimentación excesiva y carente de dirección, igualmente cabe destacar que la ejecución de la banda es magistral, por lo que tenemos un disco muy completo y creativo que definitivamente está entre los mejores que he escuchado de la psicodelia gringa en general.


El disco comienza con You're Not There, una canción de heavy psych un tanto dramático muy típico de la época que me trae a la mente a muchas bandas, entre ellas a una rarísima originaria de Indianapolis, Indiana llamada Brand X que solo sacó un sencillo en 1970 con un par de refritos, entre ellos el de Come On Home del grupo de garage rock pre-Aorta The Exceptions, pero con la diferencia de que Listening sí componían sus propias canciones y además lo hacían de manera extraordinaria, ya que noto bastante elaboración sin caer en ningún vicio de la época, igualmente cabe destacar que el trabajo de órgano es espléndido, la sección rítmica cuadrada y con mucha fuerza, básicamente la encargada de darle la pesadez a la canción y por supuesto no puede faltar la guitarra psicodélica en el solo. Espléndida apertura y como dato extra, esta canción fue versionada de manera idéntica por el grupo neoyorkino de heavy psych Odyssey en su debut y único disco de estudio titulado Setting Forth, editado tan solo un año después.


Le sigue Laugh At The Stars, que contrastando con el heavy psych de la canción anterior, aquí tenemos un delicado y fino pop psicodélico con tintes barrocos, excelentes armonías vocales, enormes cantidades de hammond y clavecín y la guitarra psicodélica obligatoria, esta canción es un excelente ejemplo de cómo la escena de Boston, en contraste con las de San Francisco, Los Ángeles, Texas y Detroit, tuvo un sello mucho más fino y enfocado a la cerebralidad melódica. Extraordinario.


El pop psicodélico fino sigue en 9/8 Song, pero esta vez combinado con algo de cool jazz, y aunque aquí no hay guitarra eléctrica, sí hay acústica, y en lugar de hammond, hay piano y vibráfono. El cruce perfecto entre The Freeborne, los Spiders y Bob Smith. Belleza.


Stoned Is es el clásico indiscutible de la banda, ya que se trata de su canción más conocida y además de todo, estamos ante uno de esos temas obligatorios para todo el que se diga fan o hasta "conocedor" de la psicodelia, pues es un tema de rock ácido con una sonoridad exquisitamente "pacheca" como diríamos aquí en México, en donde la mezcla de hammond con guitarra se encargan de darle toda esa sonoridad psicodélica tan especial así como la voz que me recuerda a Girl de los Beatles por los sonidos de inhalación. Obra maestra.


Forget It, Man! Es psicodelia más estándar que me recuerda a Lee Michaels (Carnival of Light) en sus momentos más ácidos por su combinación de órgano hammond con clavecín. Excelente.


I Can Teach You es rock ácido souleado con una ocasional sección de metales, un trabajo magistral de teclados y de nuevo, esa infaltable guitarra psicodélica en el solo. Excelente.


Volvemos al pop psicodélico en So Happy, que a mí en lo personal me suena a una combinación entre The Lovin' Spoonful, Love y los Cowsills que incluye un solo de guitarra que me suena al mejor Armando Nava en el Cambia, cambia. Este es el tema más "comercial" de todo el disco, pero no por eso carente de calidad, ya que este tema es también espléndido.


Cuando es un tema muy curioso e interesante que suena muy similar a lo que ya hacían en ese tiempo los angelinos Sweetwater con su combinación de pop psicodélico con elementos latinos y barrocos así como también vuelvo a notar que se adelantan tanto al sonido de Bob Smith en su obra maestra The Visit de 1970 como a la época de War con Eric Burdon y por si no fuera poco, incluyen una pequeña parte de letra en Español, que a pesar de que no está tan bien pronunciado, se agradece que lo hicieran. Espléndido.


Baby: Where Are You? Es tal vez el tema que más me recuerda a San Francisco, particularmente a Quicksilver Messenger Service, es decir, es un tema de rock ácido, aunque también cabe destacar que es probablemente una de las más psicodélicas del disco junto con Stoned Is y See You Again, porque incluye partes atascadas de phaser, incluyendo un breve solo de batería y por si no fuera poco, también incluye interludios jazzísticos que de nuevo me traen a la mente a sus contemporáneos The Freeborne o a los Spiders de mi país. Obra maestra.


Fantasy es un breve interludio de teclados con un sonido bastante tenebroso, pero que muestra la maestría de Michael Tschudin como tecladista.


El disco cierra con broche de oro con See You Again, un tema de puro rock ácido guitarrero, enérgico hasta la médula y aunque prácticamente no tenga letra alguna, el hecho de que Michael Tschudin esté repitiendo una y otra vez el título de la canción como si se tratase de un mantra, se me hace algo tan bellamente típico de la época y por si no fuera poco, esta canción tiene un solo de bajo y otro de batería. Otra obra maestra.


Si eres fan de la psicodelia gringa como yo, este disco es de escucha obligatoria, pues junto con los álbumes de Ill Wind, Ultimate Spinach, The Freeborne, Beacon Street Union, The Fort Mudge Memorial Dump, The Art of Lovin', Ford Theatre, Earth Opera, entre otros, este es uno de los mejores trabajos hechos de Boston, Massachusetts y uno de los mejores de toda la psicodelia gringa.



Muy feliz y próspero 2024 tengan todos ustedes, la razón por la que no pude actualizar el blog en las últimas semanas del 2023 fue porque intenté aplicar mi viejo modelo de trabajo bloggero en el que solía planificar todo desde una semana antes de publicar algo, y podía hacer eso precisamente porque antes solía invertir bastante tiempo en escuchar música, y por lo tanto, a la hora de seleccionar el disco semanal, podía darme el tiempo de ir escribiendo la reseña en el transcurso de la semana y además, de subir el disco, ahora, lamentablemente eso ya no funciona para mí, porque generalmente estoy ocupado en otra cosa y el tiempo ya no me rinde para trabajar como antes, por lo que hice el intento desesperado de crear dos encuestas para que ustedes, los lectores, votaran el disco de la semana, pero lamentablemente tampoco funcionó para mí, ya que eligieron un disco que no había escuchado lo suficiente como para reseñarlo, por lo que decidí descansar de mis esfuerzos en vano y por lo tanto, si no hubo post navideño, tampoco hubo de fin de año, y ahora que Enero está empezando, una de mis metas es precisamente volver a dedicarle tiempo a la música con el fin de hacer que esto vuelva a funcionar y además, hacer que la bonita tradición bloggera de subir piratería con extensas reseñas no muera.


The Conqueroo fue una de las primeras bandas psicodélicas en surgir del estado de Texas junto con los 13th Floor Elevators -que también eran de Austin-. Formados a fines de 1965, tomaron su nombre de una frase de la icónica Hootchie Cootchie Man del gran Muddy Waters ("John, the conqueror root"), pero con una deformación y su primera alineación estuvo conformada por Powell St. John -un personaje mítico porque justamente también colaboró como compositor con los 13th Floor Elevators- en la voz, armónica y kazoo "electrificado", el bajista Ed Guinn, el guitarrista Bob Brown y el baterista Tom Bright. The Conqueroo serían uno de los 2 grupos que aparecieron en el primer cartel musical psicodélico de Texas que data de Enero de 1966 y pronto el grupo se convertiría en uno de los más destacados e importantes de la escena, al punto que sería también uno de los grupos que inauguraron el Vulcan Gas Company -la primera sala de conciertos psicodélica de Texas- en 1967.


A pesar de la importancia capital y su prestigio como grupo, Texas siempre ha sido un estado conservador y retrógrada, y cuando la contracultura llegó a dicho estado, la primera reacción que hubo fue que aquellos greñudos con ropas coloridas, que tocaban música "rara" y consumían sustancias ilícitas, eran una "amenaza comunista en contra de los sagrados valores cristianos", por lo que grupos como los 13th Floor Elevators, The Conqueroo, Shiva's Headband, Red Krayola, The Golden Dawn, Bubble Puppy, entre otros, terminaran siendo perseguidos por la policía local, así como también los hippies locales terminaron siendo perseguidos o en reprimendas policiacas de manera idéntica a lo que sucedió en México después del Festival de Avándaro, cuando llegaba la tira a acabar con las tocadas en los hoyos fonquis y arrestaban a los hippies para raparlos y hasta tirarlos en lugares abandonados o meterlos presos, lo que provocó que The Conqueroo fuese un grupo inestable en cuanto a su alineación, pues por ejemplo, Powell St. John no pudo ser un miembro de tiempo completo y terminó emigrando a San Francisco, California a formar el grupo de blues Mother Earth, por lo que fue reemplazado por el guitarrista Charlie Prichard, igualmente el baterista Tom Bright terminaría saliéndose en el otoño de 1967 y sería reemplazado temporalmente por Daryl Rutherford que se saldría en 1968 para ser reemplazado por el baterista de jazz Gerry Storm -quien había estado con The Blue Crew-, sin embargo, tampoco duraría mucho, pues el grupo estaba cansado y atemorizado de terminar encarcelados o metidos en un hospital psiquiátrico como le pasó a su amigo Roky Erickson, por lo que decidieron partir a San Francisco, California y ahí conocieron al baterista Alvin Sykes, que los acompañó hasta su separación en 1970, y a pesar de que parecía prometedor su futuro ahí, terminó siendo un fiasco, pues lo que pudo haber sido su tocada para darles notoriedad terminó siendo un fiasco que les brindó mala reputación y por si no fuera poco, el grupo fue numerosas veces asaltado por los delincuentes del barrio en el que vivían, robándoles todo su equipo, cosa que finalmente hizo que terminaran separándose en 1970 en términos amigables, no obstante, Bob Brown formaría a una nueva encarnación del grupo en 1973 con la que se regresaría a Austin, Texas, pero de nuevo, la mala suerte les jugó en contra, pues el Vulcan Gas Company no existía más desde Agosto de 1970 y el Armadillo International Headquarters era un recinto más orientado al country rock que a la psicodelia, por lo que el grupo pronto tuvo que cambiar de nombre y de estilo, haciéndose llamar Texoid y tocando un soft rock al estilo de Steely Dan, cosa que no terminaría de cuajar y que finalmente aburriría a Bob Brown, quien terminó dándole fin al grupo a fines de los 70's.


From The Vulcan Gas Company es una recopilación editada en 1987 por la disquera 5 Hours Back, la cual está conformada por diversas grabaciones del grupo hechas entre 1967 y 1968, entre ellas las 3 canciones de la autoría del bajista Ed Guinn que se grabaron en los estudios Pacific High Recording de San Francisco, California en 1968 que abren el álbum, el sencillo de 1968 grabado para la disquera texana Sonobeat en vivo desde el Vulcan Gas Company y otras grabaciones en directo que fueron grabadas en distintas fechas, cosa que hace de este disco algo muy completo e interesante para los que en verdad quieran conocer la psicodelia texana y a sus grandes exponentes.


El estilo de The Conqueroo se podría definir como un cruce entre el sonido texano y el sanfranciscano, pues por un lado tenemos ese sonido crudo y garagero pero siempre lisérgico que los relaciona con otros grupos texanos de la época como los 13th Floor Elevators, The Golden Dawn, Shiva's Headband, los Moving Sidewalks y American Blues, y por el otro tenemos los largos y ácidos jams guitarreros con bases de blues, folk, rhythm and blues y jazz que los conecta con grupos como Linn County, Mad River, Frumious Bandersnatch y Quicksilver Messenger Service, por lo que podríamos decir que The Conqueroo fue un grupo distintivo para la escena de Austin, Texas y es una lástima que al tener que huir a San Francisco debido al autoritarismo texano, no hayan pegado ahí, teniendo en cuenta que por su estilo, pudieron haberse vuelto muy populares en dicha escena al igual que A.B. Skhy, Linn County, Mad River, Devil's Kitchen o H.P. Lovecraft, grupos que ni siquiera eran originarios de California, pero que una vez que se instalaron en San Francisco, lograron gozar de bastante popularidad local.


El disco empieza de manera guitarrera con Passenger, la cual fue grabada en 1968 en los estudios Pacific High de San Francisco, con el nuevo baterista Alvin Sykes, y es notoria la influencia sanfranciscana, pues la composición me recuerda a Linn County y su rock ácido blueseado y souleado, mientras que la guitarra suena más al gran Stacy Sutherland en su momento más creativo (Easter Everywhere, Bull of The Woods) y la voz es una especie de cruce extraño entre Lawrence Hammond de Mad River y Spencer Perskin de la Shiva's Headband. Temazo.


Otro tema grabado en San Francisco es Banana and The Cat y que de nuevo, suena a cuánto absorbieron la influencia local, pues esta vez suenan a un cruce bastardo entre Mad River, los 13th Floor Elevators y los Mothers of Invention, pues se trata de una composición un tanto sombría y algo disonante que bien pudo haber estado en el primer disco de Mad River o en el Freak Out! de Frank Zappa. Extraordinario.


Words Are Not as Strange es otro de los temas grabados en San Francisco, esta vez es un blues lento de corte psicodélico, más deudor del blues de Chicago que del de Texas a mi parecer, pero con una omnipresente guitarra psicodélica.


1 to 3 vuelve al rock ácido guitarrero, esta vez con una grabación en vivo en el Vulcan Gas Company en 1968, y es un gran ejemplo de la gran energía que tenía la banda en sus directos, donde también hacían largos jams lisérgicos, haciendo eco de grupos sanfranciscanos como Quicksilver Messenger Service, Frumious Bandersnatch, Moby Grape, Jefferson Airplane, entre otros. Obra maestra.


Walking Blues de Robert Johnson ha sido versionada por miles de artistas y grupos, pero las versiones más memorables e interesantes son las de la Paul Butterfield Blues Band, Quicksilver Messenger Service y esta de The Conqueroo, que a pesar de que no sonó tan psicodélica como las otras, los arreglos son interesantes y la ejecución excelente.


Midnight Hour es una versión de In The Midnight Hour de Wilson Pickett, la cual es una de las canciones más texanas del disco, curiosamente, porque los arreglos me recuerdan muchísimo a los 13th Floor Elevators y su Monkey Island, e incluso la guitarra me suena a ese primer Stacy Sutherland tan influenciado por el surf y el rhythm and blues. Espléndida.


Con I've Got Time de nuevo estamos frente a un tema de rock ácido bastante largo y guitarrero, con una duración de más de 8 minutos, que me recuerda muchísimo a los Them y su obra maestra Time Out, Time In For Them! de 1968, aunque también noto ecos de la ruidosa guitarra de James Gurley de Big Brother and The Holding Company. Obra maestra.


Get Out of My Life, Woman es uno de los estándares del rhythm and blues más versionados de la historia y que tuvo un especial cariño entre las bandas psicodélicas gringas, destacando especialmente a Iron Butterfly, quienes versionaron la canción en su debut Heavy de 1968, y aquí The Conqueroo hicieron otra versión, que suena más a rock ácido blueseado. Esta canción fue grabada en el mismo concierto que la anterior. Espléndido.


I Think About It se supone que fue grabada en vivo en el Vulcan Gas Company en 1967 o 1968, aunque curiosamente, tiene una mejor calidad de sonido que las anteriores. Aquí el grupo aún no sonaba tan sanfranciscano y más bien sonaba a un típico grupo texano de garage rock psicodélico, aunque con un énfasis mayor en la guitarra que otros de sus contemporáneos. Excelente cierre.


En una carpeta extra puse las versiones del sencillo de Junio de 1968 para Sonobeat Records de I've Got Time y 1 to 3, que según están grabadas en vivo en el Vulcan Gas Company, pero por la calidad de sonido, me suena a que fueron grabadas en estudio, también cabe destacar que son versiones mucho más cortas que las presentes en el LP, que esas definitivamente sí fueron grabadas en vivo en el Vulcan Gas Company, de ahí que la calidad de sonido deje tanto que desear.


Aunque sea un disco un tanto inconsistente en general, ya que se trata de una recopilación construida desde distintas fuentes y por lo tanto, la calidad de audio varíe muchísimo, las canciones en general son excelentes y la interpretación del grupo es enérgica y llena de vida, aunque eso sí, me atrevo a decir que en las cuestiones creativas no lograron estar al mismo nivel que los 13th Floor Elevators o que los grupos sanfranciscanos de la época, no obstante, From The Vulcan Gas Co. es un documento muy interesante y totalmente recomendado para los fanáticos de la psicodelia gringa.



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