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Listening - Listening (1968)

Actualizado: 15 ene


Tengo una relación bastante antagónica con Rate Your Music, porque si bien, en principio podría parecer una buena idea, no lo es en absoluto y sé que aquí algunos de ustedes me podrían reprochar el hecho de que vaya a decir esto cuando tengo un blog de música, pero lo que está mal con Rate Your Music es precisamente la apertura que tiene el sitio a que cualquier persona pueda dar su opinión, y ustedes se preguntarán ¿Y qué tiene de malo que la gente pueda dar libremente su opinión? ¿No es acaso una democracia en acción? La respuesta es un rotundo NO, de hecho, para parafrasear a Platón en su "alegoría sobre la caverna", la opinión o doxa al estar basada en la creencia, la experiencia y la ilusión, no tiene un fundamento sólido y es precisamente lo que mantiene a los esclavos en su prisión, es decir, el ejercicio de opinar nos hace creer que efectivamente estamos ejerciendo algún tipo de democracia y por lo tanto, nos oculta que estamos siendo presos de creencias, ideas, ilusiones, mentiras y prejuicios sin fundamento alguno que no son más que una forma de reproducir a la ideología dominante y justificarla, y aunque esto les suene demasiado político a algunos de ustedes, la opinión es demagogia pura y no debería sorprendernos que de la opinión nazcan posturas tan despreciables y ruines como la anti-intelectualidad y el anti-intelectualismo, que aunque estén relacionadas, NO son lo mismo, pues por un lado, la anti-intelectualidad es cuando se desconfía y se niega rotundamente el ejercicio intelectual de ponerse a pensar, cuestionar y criticar, y el anti-intelectualismo es la desconfianza y el descrédito a los intelectuales, es decir, es una forma de anti-elitismo asquerosamente demagógica y populista que afirma que los intelectuales son una élite privilegiada que busca limitar nuestra "democracia" con su pensamiento y conocimiento, y es aquí donde uno debe poner a ambos como productos de la demagogia más descarada, así como cuando el escritor Isaac Asimov criticó a la sistémica ola de anti-intelectualismo que empezó en Estados Unidos en el Siglo XX, la cual solía afirmar que "mi ignorancia es igual a tu conocimiento", y la pregunta aquí es: ¿Qué tiene que ver todo esto con Rate Your Music?, la respuesta es bastante larga y compleja, por lo que esta introducción se alargará bastante:


En una serie de artículos que escribí en mi otro blog En el jardín del Guajolote pude hacer un cuestionamiento directo a los "expertos", a la tecnocratización de la industria musical y a la confianza excesiva que se les da a estos. El problema con el "experto" es que es un fetichista del conocimiento, para él lo que vale es este y nada más, tiene una excesiva confianza en la empiria y la práctica frente a la teoría, y esto le impide pensar y cuestionar tanto a sus conocimientos como a sus saberes y sus prácticas, por lo que el "experto" o "tecnócrata" también suele tener a menudo una postura anti-intelectual, ya que lo suyo no es pensar filosóficamente, sino siempre tener respuestas o en pocas palabras, el "experto" es un pervertido de acuerdo al psicoanálisis, y esto es precisamente lo que sucede con Rate Your Music, al abrir directamente sus puertas a que todo el mundo pueda opinar, dota al usuario de una confianza perversa en que todo lo que sabe y conoce es correcto, es decir, que él tiene la respuesta, entonces no es de extrañar que la misma plataforma brinde a los usuarios toda una experiencia subjetivista y que a la hora de que los usuarios sean cuestionados, justifiquen sus errores con falacias, pseudo-argumentos subjetivistas o relativistas o con la estupidez de "es mi opinión, respétala", no debería sorprendernos que muchas de las reseñas de discos raros, que se supone que están hechas por coleccionistas con amplias colecciones de discos, siempre tengan errores garrafales a la hora de etiquetar la música, ya sea con etiquetas completamente fuera de lugar o con otras basadas en los propios prejuicios de los usuarios, un ejemplo notorio es este disco de los bostonianos Listening, al que en dicha página se le suele etiquetar de "rock progresivo" o "proto-progresivo" y hasta hay gente que atrevidamente lo ha llegado a comparar con los grupos británicos del género, todo esto bajo la excesiva confianza de que sus sentidos les darán la respuesta correcta, y es aquí donde vale la pena citar al filósofo francés Gilles Deleuze cuando dijo que "los argumentos de la propia experiencia privilegiada son argumentos malos y reaccionarios" y esto es precisamente cierto cuando se les da una excesiva confianza a nuestros propios sentidos, como si se tratasen de herramientas infalibles para conocer y entender al mundo, cuando de hecho, son todo lo contrario, y aunque esto suene político, aquí su universalidad es aplicada a la música, pues escuchar música no es simplemente una práctica que implique directamente al oído, sino que implica también hacer un ejercicio intelectual y crítico que va más allá de lo que nuestros sentidos puedan decirnos.


Lamentablemente la información sobre Listening es de escasa a una en la red, lo que sí sé es que se formaron en Boston en 1967 por el virtuoso tecladista, vibrafonista, compositor y cantante Michael Tschudin, el baterista y cantante Ernie Kamanis y el bajista Walter Powers, más tarde completaría la formación el guitarrista Peter Mallick (más conocido por ser un guitarrista de blues que formó parte de la banda de Otis Spann), durante su breve existencia que duró hasta 1969, el grupo fue uno de los más destacados de la escena de Boston junto con Ultimate Spinach, Ill Wind, The Freeborne, Beacon Street Union, Earth Opera, Ford Theatre, entre otros, y en 1968 lanzaron su debut y único disco titulado homónimamente del que hoy estamos hablando.


Listening es una obra que es uno de los mejores ejemplos de la psicodelia bostoniana, precisamente porque muestra la enorme diferencia que había entre la escena de Boston con las de San Francisco, Los Ángeles, Texas y Detroit, y es que los grupos de Boston se dedicaron más que nada a crear una psicodelia mucho más trabajada y cerebral en cuanto a las melodías y la ejecución, contrastando con lo garagero de Texas, lo crudo y pesado de Detroit y la enorme influencia del folk y el jazz que tuvieron las escenas californianas, y es por eso que Listening suenan tan finos y sesudos al mismo tiempo, igualmente cabe destacar su eclecticismo que iba del heavy psych al pop psicodélico jazzeado y de la psicodelia con tintes latinos al rock ácido, sin tener que caer en barroquismos fuera de lugar o en experimentación excesiva y carente de dirección, igualmente cabe destacar que la ejecución de la banda es magistral, por lo que tenemos un disco muy completo y creativo que definitivamente está entre los mejores que he escuchado de la psicodelia gringa en general.


El disco comienza con You're Not There, una canción de heavy psych un tanto dramático muy típico de la época que me trae a la mente a muchas bandas, entre ellas a una rarísima originaria de Indianapolis, Indiana llamada Brand X que solo sacó un sencillo en 1970 con un par de refritos, entre ellos el de Come On Home del grupo de garage rock pre-Aorta The Exceptions, pero con la diferencia de que Listening sí componían sus propias canciones y además lo hacían de manera extraordinaria, ya que noto bastante elaboración sin caer en ningún vicio de la época, igualmente cabe destacar que el trabajo de órgano es espléndido, la sección rítmica cuadrada y con mucha fuerza, básicamente la encargada de darle la pesadez a la canción y por supuesto no puede faltar la guitarra psicodélica en el solo. Espléndida apertura y como dato extra, esta canción fue versionada de manera idéntica por el grupo neoyorkino de heavy psych Odyssey en su debut y único disco de estudio titulado Setting Forth, editado tan solo un año después.


Le sigue Laugh At The Stars, que contrastando con el heavy psych de la canción anterior, aquí tenemos un delicado y fino pop psicodélico con tintes barrocos, excelentes armonías vocales, enormes cantidades de hammond y clavecín y la guitarra psicodélica obligatoria, esta canción es un excelente ejemplo de cómo la escena de Boston, en contraste con las de San Francisco, Los Ángeles, Texas y Detroit, tuvo un sello mucho más fino y enfocado a la cerebralidad melódica. Extraordinario.


El pop psicodélico fino sigue en 9/8 Song, pero esta vez combinado con algo de cool jazz, y aunque aquí no hay guitarra eléctrica, sí hay acústica, y en lugar de hammond, hay piano y vibráfono. El cruce perfecto entre The Freeborne, los Spiders y Bob Smith. Belleza.


Stoned Is es el clásico indiscutible de la banda, ya que se trata de su canción más conocida y además de todo, estamos ante uno de esos temas obligatorios para todo el que se diga fan o hasta "conocedor" de la psicodelia, pues es un tema de rock ácido con una sonoridad exquisitamente "pacheca" como diríamos aquí en México, en donde la mezcla de hammond con guitarra se encargan de darle toda esa sonoridad psicodélica tan especial así como la voz que me recuerda a Girl de los Beatles por los sonidos de inhalación. Obra maestra.


Forget It, Man! Es psicodelia más estándar que me recuerda a Lee Michaels (Carnival of Light) en sus momentos más ácidos por su combinación de órgano hammond con clavecín. Excelente.


I Can Teach You es rock ácido souleado con una ocasional sección de metales, un trabajo magistral de teclados y de nuevo, esa infaltable guitarra psicodélica en el solo. Excelente.


Volvemos al pop psicodélico en So Happy, que a mí en lo personal me suena a una combinación entre The Lovin' Spoonful, Love y los Cowsills que incluye un solo de guitarra que me suena al mejor Armando Nava en el Cambia, cambia. Este es el tema más "comercial" de todo el disco, pero no por eso carente de calidad, ya que este tema es también espléndido.


Cuando es un tema muy curioso e interesante que suena muy similar a lo que ya hacían en ese tiempo los angelinos Sweetwater con su combinación de pop psicodélico con elementos latinos y barrocos así como también vuelvo a notar que se adelantan tanto al sonido de Bob Smith en su obra maestra The Visit de 1970 como a la época de War con Eric Burdon y por si no fuera poco, incluyen una pequeña parte de letra en Español, que a pesar de que no está tan bien pronunciado, se agradece que lo hicieran. Espléndido.


Baby: Where Are You? Es tal vez el tema que más me recuerda a San Francisco, particularmente a Quicksilver Messenger Service, es decir, es un tema de rock ácido, aunque también cabe destacar que es probablemente una de las más psicodélicas del disco junto con Stoned Is y See You Again, porque incluye partes atascadas de phaser, incluyendo un breve solo de batería y por si no fuera poco, también incluye interludios jazzísticos que de nuevo me traen a la mente a sus contemporáneos The Freeborne o a los Spiders de mi país. Obra maestra.


Fantasy es un breve interludio de teclados con un sonido bastante tenebroso, pero que muestra la maestría de Michael Tschudin como tecladista.


El disco cierra con broche de oro con See You Again, un tema de puro rock ácido guitarrero, enérgico hasta la médula y aunque prácticamente no tenga letra alguna, el hecho de que Michael Tschudin esté repitiendo una y otra vez el título de la canción como si se tratase de un mantra, se me hace algo tan bellamente típico de la época y por si no fuera poco, esta canción tiene un solo de bajo y otro de batería. Otra obra maestra.


Si eres fan de la psicodelia gringa como yo, este disco es de escucha obligatoria, pues junto con los álbumes de Ill Wind, Ultimate Spinach, The Freeborne, Beacon Street Union, The Fort Mudge Memorial Dump, The Art of Lovin', Ford Theatre, Earth Opera, entre otros, este es uno de los mejores trabajos hechos de Boston, Massachusetts y uno de los mejores de toda la psicodelia gringa.


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